Las noticias sobre cierres de medios de comunicación se multiplican en las últimas semanas del 2008. En un principio, los medios que cesaban en su actividad o efectuaban recortes de plantilla fueron diarios "de papel" y de pago, junto con varias revistas especializadas. Entonces se manifestaron escasos signos de preocupación porque "el movimiento" formaba parte de la evolución tecnológica, la fragmentación del caudal publicitario y el cambio en la cultura del consumo audiovisual por parte de las nuevas generaciones. Los medios que modificaron su estructura a tiempo para adaptarse al futuro no se inmutaron y los medios digitales, en soporte exclusivamente digital, se mostraron como la gran alternativa. Pero Mobuzz TV ha decidido cerrar ante la imposibilidad de hacer frente a sus deudas (120.000 euros); y no era "de papel", era una televisión por Internet. Y el portal financiero de Terra tiene problemas, y sólo está en la Red. La situación mediática a la que asistimos merece una reflexión en profundidad porque no sólo tiene que ver con los soportes, o con el reciclaje profesional, o con la inversión en nuevas tecnologías, o con los cambios de estructura... parece que hay algo más serio detrás de esta crisis.
Mientras, en la última semana hemos sabido que El Mundo de Almería ha anunciado su cierre, no sin antes dejar de pagar a sus 40 trabajadores los últimos meses de redacción; que Segundamano se queda en la Red porque salir a la calle cada vez es más caro y que el diario gratuito Qué! estudia un ERE que podría afectar al 40% de la plantilla... Más de 2.000 periodistas han cambiado de situación profesional después del verano y la cifra amenaza con aumentar para antes de las Navidades.
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