“El conocimiento es un bien público y tanto la tecnología en general, como Internet en particular, ofrecen una oportunidad extraordinaria para que cualquiera, desde cualquier sitio, comparta, use y aproveche este conocimiento” (http://www.hewlett.org/Programs/Education/OER/openEdResources.htm).
En el año 2002 la UNESCO se convirtió en la organización anfitriona de la discusión internacional en torno a esta iniciativa, cuando en el “Foro sobre Impacto de los Cursos Abiertos para Educación Superior en los países en desarrollo” se adoptó la sigla OER (del inglés Open Educational Resouces) y cuya traducción al español fue REA (Recursos Educativos Abiertos).
Con respecto a la definición de REA, una comúnmente aceptada es: “Recursos para enseñanza, aprendizaje e investigación que residen en un sitio de dominio público o que se han publicado bajo una licencia de propiedad intelectual que permite a otras personas su uso libre o con propósitos diferentes a los que contempló su autor”. Estos recursos son de tres tipos: contenidos educativos, herramientas y recursos de implementación.
Si desglosamos cada unos de los tres tipos de recursos mencionados, encontramos que los Recursos Educativos Abiertos pueden estar compuestos por:
- Contenidos educativos: cursos completos (programas educativos), materiales para cursos, módulos de contenido, objetos de aprendizaje, libros de texto, materiales multimedia (texto, sonido, vídeo, imágenes, animaciones), exámenes, compilaciones, publicaciones periódicas (diarios y revistas), etc.
- Herramientas: Software para apoyar la creación, entrega (acceso), uso y mejoramiento de contenidos educativos abiertos. Esto incluye herramientas y sistemas para: crear contenido, registrar y organizar contenido; gestionar el aprendizaje (LMS); y desarrollar comunidades de aprendizaje en línea.
- Recursos de implementación: Licencias de propiedad intelectual que promuevan la publicación abierta de materiales; principios de diseño; adaptación y localización de contenido; y materiales o técnicas para apoyar el acceso al conocimiento. Por lo general, quienes crean REA, permiten que cualquier persona use sus materiales, los modifique, los traduzca o los mejore y, además, que los comparta con otros. Se debe tener en cuenta que algunas licencias restringen las modificaciones (obras derivadas) o el uso comercial (http://www.eduteka.org/OER.php).
Estos recursos de aprendizaje se han visto envueltos en varias polémicas en los últimos años; una de ellas hace referencia a si los REA son sinónimo de calidad, si pueden considerarse una garantía de veracidad en lo que ofrecen y si son eficaces. La discusión ha de tener en cuenta varios factores importantes: la calidad de los contenidos depende en gran medida de los curadores, de su capacidad de selección y de su criterio en la elaboración; el estudio previo del contexto y la población o personas a las que van destinados estos recursos es fundamental para lograr su aprendizaje por parte de esa comunidad de individuos para lo que se requiere de una constante adaptación y readaptación de los contenidos; la motivación hacia el aprendizaje (y consiguiente demanda de estos recursos) juega un papel trascendente y en él los creadores de REA deben realizar un esfuerzo paralelo de actualización, innovación, prescripción, etc.
Los Recursos Educativos Abiertos son un instrumento para acercar conocimientos de todo tipo al conjunto de la población y con su utilización se pueden subsanar parte de los efectos de la llamada brecha digital. El gran reto de los REA es contar con personas lo suficientemente implicadas como para que generen, compartan y reelaboren conocimientos, muchas veces de forma altruista, para que lleguen a cualquier parte del mundo, a cualquier comunidad de aprendizaje, a cualquier segmento de la población, a cualquier generación que lo necesite.
Una prueba ECOOtra prueba más para ECO: jugando a hacer radio... de la mano de los niños.